lunes, 31 de mayo de 2010

Flotilla de la Paz

La comida no es bombas,
los medicamentos no son fusiles,
la ropa no es ideología.

Y sin embargo matan diciendo
que son ideología,
que son fusiles,
que son bombas.

Y no se esquivocan, porque
su violencia, sus fusiles, sus bombas,
han termimado por transformarlo todo en ideología,
no sólo la comida, los medicamentos o la ropa,
sino el mismo color de la piel, los ojos, las entrañas,
la carne toda.

Y por eso la rajan, la estallan en pedazos, la hieren,
porque sólo así es posible
que ropa, comida y medicamentos,
no puedan nunca dejar de ser ideología.

jueves, 15 de abril de 2010

#4

La verdad es que no hay verdad...o viceversa

viernes, 5 de febrero de 2010

Río

Lo que los pocos que sobrevivieron contaron era algo realmente extraordinario. Cuando los pocos hombres y mujeres que habían salvado sus vidas del naufragio estuvieron ante las cámaras dejaron testimonio de sus azares y sus padecimientos ante la atenta y morbosa mirada de toda la ciudad. Pero sólo de un modo anecdótico, casi informal, se pararon para escuchar a una anciana que afirmaba algo que me produjo  la verdadera conmoción. Según ella, mientras la gente se veía obligada a caer en el Amazonas y ser devorada por los yacarés o seguir luchando a muerte por una plaza en la cada vez más pequeña cubierta, un hombre consiguió llegar a la orilla. Llevaba una maleta negra que nada más llegar abrió para sacar una trompeta. Y de pronto la anciana lo dejó de ver, atravesó la espesura y de él sólo quedó un leve sonido de jazz que se ahogaba entre la selva y los gritos de muerte de los naúfragos.